Todos los seres vivientes necesitan agua para vivir, y la lluvia nos trae este indispensable elemento, pero en muchos lugares en el mundo esta lluvia se ha convertido en una amenaza. Esto debido a la contaminación en el aire, la misma que incluye gases ácidos de las fabricas, vehículos y hogares. En consecuencia la lluvia podría estar convirtiéndose peligrosa para la vida de cada criatura viva.
Los gases ácidos son producidos cuando combustibles fósiles como el carbón y el petróleo son quemados en centrales de energía, fabricas y en nuestros hogares. La mayoría de estos gases ácidos expulsados se encuentran suspendidos en nuestra atmósfera, luego cuando se mezclan con las nubes son causantes que la lluvia (o granizo, nieve o niebla) se vuelva ácida.
Importante:
Los opuestos de los ácidos son los alcalinos; por ejemplo, la pasta de dientes y polvo para hornear son ambos alcalinos. Alcalinos fuertes pueden ser peligrosos, como son amoniaco y lejía. El jugo de limón, el vinagre y las bebidas gaseosas son todas ácidas. La lluvia también es ligeramente ácida, pero los gases incrementan esta acidez, muchas veces tan ácida como el limón.
La naturaleza también puede producir gases ácidos, esto por medio de los volcanes.
La naturaleza también puede producir gases ácidos, esto por medio de los volcanes.
¿Cuales son los principales gases que producen la lluvia ácida?
Cuando quemamos combustibles, químicos llamados Azufre(S) y Nitrógeno(N) son lanzados hacia el aire. Una vez en nuestra atmósfera, ellos se mezclan con el agua del aire (lluvia, nieve, etc.) y son transformados en diferentes químicos como “Dioxido de Azufre” y “Oxidos de Nitrogeno”, siendo un potencial peligro para plantas, animales y personas. La mayor parte del Azufre proviene de las centrales energéticas (eléctricas), así como de los volcanes. La mayoría de los “Oxidos de Nitrogeno” proviene de los tubos de escape de camiones y otros.
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