Estos pequeños seres alados no precisan de la luz del sol para realizar sus actividades diarias. Ellos cursan sus vidas por las noches entre las casas y las plantas con insospechada rapidez, para atrapar a los insectos que devoran en gran número. Rozan a cada instante mil obstáculos, pero siempre consiguen evitarlos con movimientos repentinos y calculados.
Un sentido misterioso les guía en la oscuridad, permitiéndoles «ver» los obstáculos y evitarlos a tiempo, un sentido cuyo funcionamiento es muy semejante al del radar.
Al volar, el murciélago emite una serie de gritos sumamente agudos, tan agudos que nuestro oído no puede percibirlos. Si en su camino esos gritos agudos tropiezan con algún objeto u obstáculo, los ultrasonidos rebotan y regresan hacia atrás, llegando hasta el oído del murciélago. Todo ello tiene lugar en el transcurso de simplemente una fracción de segundo.
El murciélago oye, intuye, calcula e inmediatamente efectúa un viraje evitando el obstáculo.
Mucho tiempo antes que el hombre, este mamífero alado aprendió a utilizar el mismo principio sobre el que se basa el funcionamiento del radar.
El murciélago consigue establecer incluso si el objeto con el que han tropezado los ultrasonidos es un obstáculo o bien un insecto, regulando su vuelo para acercarse o alejarse según los casos. Lo cual resulta de todo punto asombroso.
Un sentido misterioso les guía en la oscuridad, permitiéndoles «ver» los obstáculos y evitarlos a tiempo, un sentido cuyo funcionamiento es muy semejante al del radar.
Al volar, el murciélago emite una serie de gritos sumamente agudos, tan agudos que nuestro oído no puede percibirlos. Si en su camino esos gritos agudos tropiezan con algún objeto u obstáculo, los ultrasonidos rebotan y regresan hacia atrás, llegando hasta el oído del murciélago. Todo ello tiene lugar en el transcurso de simplemente una fracción de segundo.
El murciélago oye, intuye, calcula e inmediatamente efectúa un viraje evitando el obstáculo.
Mucho tiempo antes que el hombre, este mamífero alado aprendió a utilizar el mismo principio sobre el que se basa el funcionamiento del radar.
El murciélago consigue establecer incluso si el objeto con el que han tropezado los ultrasonidos es un obstáculo o bien un insecto, regulando su vuelo para acercarse o alejarse según los casos. Lo cual resulta de todo punto asombroso.
Como son los murciélagos
Los murciélagos son los únicos mamíferos que verdaderamente pueden volar grandes distancias. Se los agrupa en un orden llamado Chiroptera ( del griego khéir que significa mano y ptero que significa ala).
Permanecen ocultos durante el día, formando grandes colonias en grietas de paredes y muros, desvanes, buhardillas, bodegas, campanarios y puentes, iniciando su actividad con las últimas luces de la tarde. Permanecen en letargo durante los meses fríos del invierno, siendo observado también en el exterior en algunas tardes soleadas.
Se alimenta fundamentalmente de lepidópteros (mariposas) y coleópteros (escarabajos), de hábitos también nocturnos.
Los murciélagos son los únicos mamíferos que verdaderamente pueden volar grandes distancias. Se los agrupa en un orden llamado Chiroptera ( del griego khéir que significa mano y ptero que significa ala).
Permanecen ocultos durante el día, formando grandes colonias en grietas de paredes y muros, desvanes, buhardillas, bodegas, campanarios y puentes, iniciando su actividad con las últimas luces de la tarde. Permanecen en letargo durante los meses fríos del invierno, siendo observado también en el exterior en algunas tardes soleadas.
Se alimenta fundamentalmente de lepidópteros (mariposas) y coleópteros (escarabajos), de hábitos también nocturnos.
El tamaño de los murciélagos varía según la especie, desde una envergadura alar (medida tomada de punta a punta de las alas) de 12 cm y apenas 2 g de peso en la especie más pequeña, hasta 2 metros y casi 2 kg en los más grandes.
Sus alas, sostenidas principalmente por los huesos de la mano enormemente alargados, están formadas por prolongaciones de la piel de la espalda y el vientre que se extienden desde los lados del cuerpo, patas y cola. La membrana alar es fina y elástica, consiste sólo de dos capas de piel más una pequeña cantidad de tejido conectivo por donde pasan los vasos sanguíneos y los nervios.
Sus alas, sostenidas principalmente por los huesos de la mano enormemente alargados, están formadas por prolongaciones de la piel de la espalda y el vientre que se extienden desde los lados del cuerpo, patas y cola. La membrana alar es fina y elástica, consiste sólo de dos capas de piel más una pequeña cantidad de tejido conectivo por donde pasan los vasos sanguíneos y los nervios.
2 Comentarios
Anoche cerramos los huecos, entre el tejado y el techo, ahora ellos estan tratando de entrar, como no lo consiguen vuelan alrededor!!!!.